Publicada el 24/06/2018
El Embalse del Ebro, es el reservorio de agua dulce de Cantabria y, a 850 metros de altitud, es la perfecta antítesis del escenario habitual de los Clubs de Remo de Cantabria que se ubican en el litoral, en las rías donde están protegidos del oleaje. La posibilidad de venir al Embalse del Ebro a entrenar supone un revulsivo. El listado de efectos beneficiosos va mas allá de lo estrictamente deportivo, algo necesario en la dinámica de las largas temporadas de duro entreno. La nota de color remueve la quietud local que ignora el valioso recurso que tenemos a orillas del Embalse. Un Batel bogado por un equipo de mujeres podría catalogarse aun ahora como OSNI, pero quizá pronto nos acostumbremos a verlos como ocurre en las rías de Cantabria. Bienvenidos.
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